Hay una renuncia.
¿Quién está más lejos,
el que la presenta o el que la acepta?
Nos citamos en un bar y hablamos con olvido del tiempo.
Por primera vez en dieciseis años, discutimos.
Por sobre las tazas café con leche, juntando nuestras cabezas,
nos abrazamos.
Cuando nos despegamos de las sillas
busco mi cartera para pagar y no está.
Un gesto corto me despojó de diez años
ahora vago por la noche en la ciudad
peregrinando la llave de mi hogar.
Nadie queda que una imagen de mí retenga.
Astillas pensé pero no.
Las aguas se repliegan,
cuando más despojada estoy
más entera me encuentro.
.............................................Límites =
de acá para allá no existo,
de acá para acá soy enorme.
Libérate y liberarás.
Con los días descubro qué cuesta más recobrar
no los objetos (llaves, documentos,
teléfonos, autógrafos, libros, manuscritos)
..:..la voluntad de andar tan cargada.
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